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Ser entrenadora de atletas con discapacidad intelectual



Cuando comenzamos a hablar de discapacidad intelectual, lo primero que debemos saber es su significado. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Discapacidad Intelectual es una capacidad considerablemente reducida de comprender información nueva o compleja, de aprender y aplicar nuevas habilidades.


Hoy en día, el profesor o profesora de educación física debe tener un conocimiento amplio de sus estudiantes, para así poder entregar las herramientas necesarias para el logro de objetivos claros a cada individuo, ya que cada quien es diferente. Mi experiencia como profesora de Educación Física me lo ha comprobado, y no solo con estudiantes con discapacidad intelectual, sino con el global de alumnos que guiamos en este hermoso proceso de enseñar.


Nuestros conocimientos como docentes de Educación Física son limitados a la hora de trabajar con personas con D.I., pues nadie quiere hacerse cargo de esta área por compleja, dificultosa y un tanto arriesgada. Todo es posible cuando tenemos ganas y la satisfacción de querer entregar lo mejor que tenemos.

En la actualidad trabajo en la Escuela Especial Esperanza, de la comuna de Renca (Región Metropolitana de Santiago, Chile), de bajos recursos pero llena de amor. Les contaré cómo fuimos creciendo en el ámbito del deporte y discapacidad intelectual.


Existen pocos lugares y centros donde uno, como docente, tiene las herramientas necesarias para lograr un cambio de pensar y actuar, ya que el miedo por el rechazo, hace que niños, niñas y jóvenes con D.I se aíslen de la población, no puedan lograr sus objetivos o ser parte activa de programas de entrenamientos.


Así que comenzamos a trabajar y planificar torneos, partidos amistosos, días de bailes entretenidos y un sinfín de actividades que lograran sacar a estas personas de la soledad. Sí, de la soledad, porque este mundo discrimina.


Comenzaron a conocer personas con sus mismas habilidades, sus mismos sueños, sus mismas rutinas diarias, etc. A veces más alegres, menos enfermos, ya que las personas con D.I. tienen más riesgos de padecer artritis, problemas cardiovasculares e incluso pueden llegar a morir hasta dieciséis años antes que el resto de la población, y todo esto se ve exacerbado si viven en sedentarismo.


Como es de conocimiento público, el deporte, la actividad física tienen beneficios indiscutibles en la salud de todos. Aquí esos beneficios son mucho mayores.


El buen rendimiento y desempeño de una actividad o deporte en personas con D.I. trae como beneficio físico, psicológico y emocional y un enriquecimiento del alma para quienes trabajamos con ellas. Es fundamental tener en cuenta que las personas con D.I pueden, con la instrucción y estímulo apropiado, aprender, disfrutar y beneficiarse del deporte, adaptando a sus necesidades según este sea necesario.


Entrenadores/as y docentes están a cargo de visualizar y entender en qué deporte o área podemos colocar a cada estudiante, y así lograr entrar a una competencia, juego, baile contra otras personas con habilidades parecidas. Esta es la mejor manera de poner a prueba sus talentos.


Mi experiencia con Gabriel: medallista mundial


Cuando llegué a trabajar al colegio, Gabriel Sobra no participaba de ninguna actividad deportiva, por el riesgo que esto conlleva. Pero, con muchas ganas de querer que estos jóvenes sean incluidos, comencé con el trabajo y algunos conocimientos básicos, me fui capacitando, buscando lugares e instituciones que difundieran el deporte en personas con discapacidad intelectual, y ¡lo encontré!


Comenzamos a entrenar, íbamos a diferentes lugares, también entrenábamos en el colegio. Me especialicé en atletismo, fuimos a competencias, lloramos, reímos, muchas veces ganamos, otras perdimos, pero un año nos fue extraordinariamente bien: nos ganamos un cupo a los Juegos Latinoamericanos de Olimpiadas Especiales en Panamá, para personas con discapacidad intelectual.


Nuestra felicidad era enorme, tres años de esfuerzo, de entrenamiento, enseñanzas, de estudio y todo para que mis estudiantes fueran los mejores en su disciplina. Así conseguimos que Gabriel representara a nuestra escuela y al país. Compitió y trajo a Chile dos medallas de Oro y con este logro, ganó un cupo a los Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales Abu Dhabi 2019, donde consiguió un segundo lugar en salto largo, medalla de plata para Chile. Un orgullo, ¿no?


Todo es posible, todo cuando se entiende el significado de los beneficios de la inclusión y la importancia del deporte para las personas con discapacidad intelectual.


Por Paula Ubillo, Profesora de Educación Física y entrenadora de Gabriel




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